Es bien sabido que la Gestión por resultados (GpR) que hoy en día muchas entidades públicas vienen optando, no es más que un enfoque de gestión del sector público cuya función es facilitar a las organizaciones públicas, la dirección efectiva e integrada de su proceso de creación de valor público a fin de optimizarlo, asegurando la máxima eficacia, eficiencia y efectividad de su desempeño, la consecución de los objetivos de gobierno y la mejora continua de sus instituciones
En las últimas décadas, el Estado ha pasado a desempeñar un papel clave como productor de valor público. De la exigencia a los procedimientos rigurosos, se está migrando hacia la exigencia de los resultados. Se prioriza la creación de condiciones para el desarrollo de capacidades, bienestar social y la producción de servicios e infraestructura. El ciudadano no sólo espera una correcta y burocrática aplicación de la Ley, también espera conseguir el mejor retorno fiscal, en cuanto a bienes colectivos.
Dicho enfoque es también utilizado hoy en día en el sector privado, aquí si con mucho más énfasis en la organización y realización de planes con metas bien planificadas. En este caso en turismo, desde mi experiencia en el sector privado el enfoque de la gestión por resultados ha sido planificada con los planes de trabajo y articulado a los planes estratégicos regionales y locales de turismo en cuanto a nuestro gremio turístico. Pero desde la experiencia y la participación en múltiples actividades con instituciones públicas como privadas sigue existiendo las mismas falencias de los planes presupuestarios, ya que muchos de ellos no lo tienen y su enfoque de gestión por resultados no son articulados con dichos planes. Con respecto a turismo una de las tareas planificadas a ser realizada es la mejora de la competitividad de los destinos turísticos, y nos preguntamos ¿Qué tanto se ha avanzado o que resultados hasta el momento se tiene? Pues no mucho, ya que debido a esta pandemia y crisis económica que estamos pasando, los destinos han confirmado la realidad, que nuestro destino turístico ahora más que nunca nos necesita, necesita ser mejor planificado, necesita de técnicos profesionales en turismo que sepan articular, que conozcan de planes y proyectos turísticos, de leyes para bajar los altos índices de informalidad que existe y de autoridades que pongan al turismo como una de sus prioridades, porque queramos o no, la región San Martín y sus 04 destinos tienen muchas bondades que ofrecer al mundo pero que necesita ser bien gestionada.
Necesitamos de personas visionarias a corto y largo plazo, pero con una mentalidad abierta y no una cuadriculada que cierre cada iniciativa que se desee realizar. Y sobre todo de verdaderos lideres que no se dejen engañar, ni anden engañando a los demás por temas que no sean los realmente importantes. Hay mucho trabajo pero depende de cada uno de nosotros como actores de esta cadena.
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